Si apasionante para mí es el mundo de las aves, no lo es menos el
de los minerales. Aunque tengo que reconocer que desconozco todo sobre ellos.
Siempre me han llamado la atención, y debido a la gran variedad de
lugares en los que se desarrolla mi trabajo (relacionado muchas veces con
grandes movimientos de tierra), he ido encontrando aquí y allá ejemplares que
junto con otros procedentes de regalos, forman una pequeña colección de la que
dejo aquí una muestra.