Las previsiones meteorológicas ya
advertían de temperaturas elevadas, así que decidimos madrugar un poco más de
lo habitual, y sobre las 8.30 el “hide”
ya estaba montado y las cámaras preparadas.
Somormujos, zampullines, golondrinas, y un
martín pescador que llegó por sorpresa, hicieron que las dos horas en el escondite,
pasaran sin darnos cuenta. Más tarde y desde el vehículo, pasamos por
lugares en los que hace muchos años, aún el Lince ibérico dominaba. Lagartos ocelados, milanos, alcaudones, y hasta la
desconfiada cigüeña negra, nos permitió tomar alguna que otra foto. El Lince…... EN OTRO LUGAR.
Preciosas imagénes. Continua a hacernos viajar.
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