Encinas quejigos, alcornoques, jaras, matorrales, forman estas
grandes extensiones de terreno, destinadas principalmente al mantenimiento del
ganado, tanto manso como bravo.
En esta ocasión, nuestra salida al campo ha transcurrido por
tierras de Galinduste, Larrodrigo y Armenteros.
Los cambios de paisaje son constantes, llegando a tener vistas
completas de la Sierra
de Béjar y Gredos, y de repente no ver más que las enormes copas y troncos de
encinas que nos rodean.
La actividad animal “domesticada” es grande, pero no lo es menos
importante la salvaje, de la que podremos observar una gran variedad de
especies.
Juan la foto 4 y 5 IMPRESIONANTES, me las tomo prestadas para mi fondo de pantalla. sigue asi
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