Arévalo, casi siempre ha sido para mí un lugar de paso. Pero en
esta ocasión aprovechando la nueva edición de LAS EDADES DEL HOMBRE, y sobre
todo las ganas de volver a probar su famoso cochinillo al horno, nos animó a
realizar una visita un poco más tranquila.
Por la tarde, y ya de vuelta, parada en Madrigal de Las Altas
Torres.
Para esta visita, la comodidad hizo que la cámara se quedara en
casa y las fotos están tomadas con la del teléfono.
fono.
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