Estos días, los ríos van con gran caudal, rugiendo en las
pesqueras de los molinos, limando las orillas y llevándose por delante todo lo
que encuentran a su paso. Algunos de los árboles caen sobre el agua, y a duras
penas aguantan con algunas raíces agarradas a la tierra.
Hace unos días subí sobre un gran sauce “Salix spp” que el río
había tumbado, para tomar alguna foto. Mi sorpresa llegó rápidamente y no
porque me fuera al río que podía haber sido posible.
A escasos 8 metros llegó este trabajador incansable y gran
conocedor de la arquitectura salvaje, que no es otro que el pájaro moscón “Remiz
pendulinus”. Allí sobre una fina rama tenía muy avanzada la construcción de su nido.
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