Una primavera generosa en lluvias, está dejando inundadas muchas
tierras de cultivo. Los caminos están embarrados, y esto supone que desplazarse por ellos sea un poco arriesgado.
La naturaleza sigue su rumbo, y ya se pueden observar nidos de
fochas sobre los bayones de alguna charca, las perdices emparejadas, el cortejo de las águilas calzadas, muy
próximas al nido que están construyendo, en lo alto de los árboles, junto a la orilla del río.
Mosquiteros, carboneros, herrerillos, y un sinfín de especies están muy activas.
A pesar de las inclemencias del tiempo, este no impide que su ciclo reproductor se pare.
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